#GraphosCc #Tlx #Noticias #BarradeOpinión #Columna #LaBoticadelaEsquina | NO ES LO MISMO LOS TRES MOSQUETEROS… Por Ricardo Burgos Orozco by #AIGCc
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México será sede de un Mundial de Futbol por tercera vez en su historia, aunque ahora el contexto político, social, económico y deportivo es muy diferente a lo ocurrido en 1970 y en 1986 porque, primeramente, va a compartir el evento con Estados Unidos y Canadá; además, con un presidente norteamericano que quiere ser el protagonista, apoyado por el ambicioso y acomodaticio Gianni Infantino, principal dirigente de la Federación Internacional de Futbol Asociación, la FIFA.
En el Mundial de México 70 fueron 16 equipos participantes. El entorno internacional no era tan complicado; todavía no se hablaba de inflación y el gobierno pretendía aprovechar el evento para presumir el “milagro mexicano” y su capacidad de organización.
En el aspecto deportivo, se introdujo el uso de las tarjetas amarillas y rojas (que no se usaron porque no hubo expulsados). La selección mexicana avanzó sin problemas a cuartos de final, pero fue eliminado en Toluca ante Italia con un contundente 4 goles a uno.
México asumió la organización del Mundial en 1986 de manera imprevista, con sólo tres años de preparación, después que Colombia, la sede original, renunció debido a problemas económicos y la incapacidad de cumplir con los requerimientos de la FIFA.
Nuestro país también estaba en crisis económica con una inflación muy alta y la caída de los ingresos petroleros; se estaba recuperando del terremoto de 1985 con lo cual había generado dudas para albergar otra competencia de ese nivel internacional.
A nivel mundial, acababa de ocurrir en 1986 la explosión del reactor nuclear en Chernóbil en la Unión Soviética y el accidente fatal del transbordador espacial estadounidense Challenger poco después de su lanzamiento lo que provocó la muerte de siete tripulantes. El mundo seguía inmerso en la llamada Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética, que, aunque no hubo movimiento armado, si condicionaba la política y las relaciones internacionales.
En ese entonces, hace 40 años, compitieron 24 selecciones divididas en seis grupos de cuatro equipos. Los dos mejores de cada uno avanzaban a la siguiente ronda. México tenía una selección muy competitiva con Pablo Larios, Fernando Quirarte, Javier Aguirre (el actual entrenador nacional), Manuel Negrete, Hugo Sánchez y Tomás Boy, entre ellos. Había muchas esperanzas en que lograran cuando menos llegar a semifinales, pero en Monterrey fueron eliminados en penales por Alemania en un juego muy emocionante.
En 1986 la estrella fue Diego Armando Maradona; brillo con su selección, Argentina, hasta ser campeón mundial derrotando a Alemania pese a tener a la mayoría del Estadio Azteca en contra. Incluso los alemanes se vistieron con playera verde para atraer el apoyo de los mexicanos. El torneo fue un éxito pese a la difícil coyuntura política, económica y social, nacional e internacional.
La Copa del Mundo de 2026 será el primero con tres países anfitriones y 48 equipos participantes, lo que aumenta de 64 a 104 partidos; las selecciones se dividirán ahora en 12 grupos de cuatro equipos cada uno. Avanzarán a la siguiente fase los dos primeros de cada grupo junto con los ocho mejores terceros. El juego inaugural será en el Estadio Azteca con México y una selección que se elegirá en el sorteo del próximo 5 de diciembre.
El contexto internacional está muy enrarecido con un Donald Trump, presidente de Estados Unidos, como protagonista de muchas tensiones e incertidumbres políticas y económicas; con la amenaza de medidas proteccionistas norteamericanas que ponen en contra la estabilidad financiera de la mayoría de los países; de luchas entre las izquierdas, derechas y ultra derechas del mundo; con guerras entre Rusia y Ucrania e Israel y Palestina, que parece que nunca se van a resolver. Y en México estamos viviendo una etapa de violencia, crímenes e inestabilidad económica y financiera muy grave que seguro no cambiará para 2026.
En tanto, en México hay una crisis de inseguridad y violencia, además de inestabilidad económica y financiera, así como un ambiente político y social enrarecido por el afán del gobierno de querer controlar, sin contrapesos, los poderes Legislativo y Judicial.
Mientras tanto, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, está pensando en organizar el Mundial de 2030 con 64 naciones. Los países anfitriones serán España, Marruecos y Portugal, con juegos en Argentina, Paraguay y Uruguay. La ambición del dirigente no tiene límites con tal ganar más poder y riquezas para él y su organismo, aunque decaiga la calidad del futbol. Infantino también “inventó” ahora un Premio por la Paz, al parecer para entregarse a Donald Trump el próximo 5 de diciembre, fecha del sorteo de la Copa del Mundo en Washington, Estados Unidos.
Aunque sabemos que en 2026 México, como anfitrión, tendrá facilidades para avanzar a la siguiente ronda de 12 grupos, la expectativa es muy baja porque el equipo que dirige Javier Aguirre carece de jugadores de buena calidad; la mayoría son elementos del mediocre torneo local y unos cuantos de cuadros europeos de mediano nivel; muchos de ellos participaron en el Mundial pasado de Qatar y fueron eliminados en la primera ronda.
En fin, no es lo mismo los tres mosqueteros que 40 años después. Por Ricardo Burgos Orozco by #AgenciaInformativaGraphosCc










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