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#GraphosCc #Noticias #BarradeOpinión #Columma #FRASEARIO | Visibilizar para transformar: El desafío de otro decenio histórico. Por Aída María Holguín Baeza by #AIGCc

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#GraphosCc #Noticias #BarradeOpinión #Columma #FRASEARIO | Visibilizar para transformar: El desafío de otro decenio histórico


Recién pasó el Día Internacional de los Afrodescendientes, y para muchos fue solo una fecha más en el calendario, perdida entre el ruido mediático y la fugacidad noticiosa.


Así fue, y entonces lo que muy pocos advirtieron es que esta fecha también marca el inicio de un nuevo capítulo: el Segundo Decenio Internacional de los Afrodescendientes, proclamado por la Asamblea General de la ONU y vigente desde enero de 2025 hasta diciembre de 2034.


Lo relevante es que, bajo el lema “Las personas afrodescendientes: reconocimiento, justicia y desarrollo”, este nuevo decenio representa un punto de inflexión en la lucha por la equidad y el reconocimiento pleno de una de las comunidades con mayor marginación histórica a nivel global, y ofrece una oportunidad decisiva para transformar realidades marcadas por siglos de racismo, exclusión e invisibilidad.


No es una conmemoración simbólica ni una agenda para discursos diplomáticos. Es una deuda histórica con millones de personas cuyos ancestros fueron arrancados de África, esclavizados, deshumanizados y, aun después de la abolición, condenados a siglos de pobreza, exclusión e invisibilidad. Por eso, las cicatrices de la trata transatlántica siguen abiertas y, peor aún, siguen siendo ignoradas por sociedades que evaden enfrentar su pasado con honestidad.


En ese contexto, la ONU reconoce que, si bien en el primer decenio (2015-2024) hubo avances en materia normativa y de visibilidad, estos han sido insuficientes frente a la magnitud del racismo estructural. Las personas afrodescendientes siguen siendo víctimas de múltiples formas de discriminación, cada vez más naturalizadas y difíciles de erradicar.


Por ejemplo, la pandemia de COVID-19 expuso desigualdades raciales en el acceso a la salud, y hechos como el asesinato de George Floyd marcaron un antes y un después en el que la indignación global mostró que ya no se podía ignorar el problema. Pero esa reacción colectiva no basta, el cambio real exige un compromiso sostenido y profundo.


Por eso, el segundo decenio no puede repetir lo anterior. Esta vez se requiere voluntad política real, presupuesto, reformas profundas y participación plena de las comunidades afrodescendientes en la toma de decisiones. Las campañas de concientización y los días simbólicos, por sí solos, no alcanzan. Se necesita una transformación que toque las raíces mismas del racismo, y abarque desde los sistemas educativos y cuerpos policiales, hasta políticas públicas y relatos culturales dominantes.


En ese sentido, uno de los obstáculos más significativos, pero poco reconocido, es la invisibilidad estadística; una forma sutil pero poderosa de discriminación. Y es que, sin datos claros y desagregados, no es posible diseñar políticas efectivas ni medir su impacto. Y sí, aunque algunos países han comenzado a visibilizar a sus poblaciones afrodescendientes en censos oficiales, la mayoría aún no lo hace. En resumen: sin datos, no hay políticas; sin políticas, hay olvido.


El caso es que el Día Internacional de los Afrodescendientes debe trascender lo simbólico y convertirse en un momento para reconocer deudas históricas y repensar la identidad y la ciudadanía, porque la justicia requiere memoria, y el desarrollo, inclusión.

Así, el desafío de este nuevo decenio es enorme, pues está en juego la dignidad de millones y la construcción de un mundo donde la igualdad no sea un eslogan, sino una responsabilidad ineludible. Y frente a este desafío, la historia nos juzga y la indiferencia ya no es opción.


A modo de llamado a la corresponsabilidad, finalizo citando lo dicho por el secretario general de la ONU, António Guterres: Es esencial que sigamos denunciando -en voz alta y sistemáticamente- cualquier noción de superioridad racial y que trabajemos incansablemente para liberar a todas las sociedades de la lacra del racismo. Por Aida María Holguín Baeza by #AgenciaInformativaGraphosCc 

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